Se nos hace presente para que todas las personas seamos mejores día a día. Los cristianos y las cristianas ponen al servicio de los demás los dones que reciben del Espíritu Santo: El buen consejo, la alegría, la paciencia, la caridad, la compasión, la valentía, el amor a Dios, la paz, la modestia, la fidelidad...
Recibimos los Dones del Espíritu Santo cuando recibimos los sacramentos del Bautismo, la Confirmación o la Unción. Los dones nos ayudan a seguir el mensaje de Jesús.
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