“¡ Queridos niños y niñas!
Hace mucho tiempo, la tierra y el mundo estaban muy
solos. No había nada de luz, todo estaba triste y silencioso, como cuando estáis solos en casa.
Entonces se me
ocurrió una idea estupenda: dar una gran sorpresa a la tierra, ¿hacerle un
regalo!, algo que jamás ella habría podido soñar.
Preparé una caja muy grande, la pinté de colores:
rojo, verde, azul.
Metí en ella un
sol muy redondo y amarillo, lleno de rayos muy brillantes, con su cara
sonriente dando calor y luz a todos.
Luego cogí con
mis manos el agua refrescante, transparente y deliciosa y también la metí en mi
caja de regalos.
Después se me
ocurrió otra cosa más, me inventé muchas plantas, muchas flores, muchos árboles
y los fui preparando para el regalo que iba a hacer a la tierra.
Cuando estaba a punto de
cerrar la caja-sorpresa, ¿a que no sabéis lo que se me ocurrió?. Pensé en todos
los animalitos que a la tierra le gustaría tener y, antes de pensarlo dos
veces, ya estaba en la caja-sorpresa.
Solo me quedaba
cerrarla bien, luego la puse un gran lazo y la mandé a la tierra,
Cada año, se la
envío a todas las personas, a todos los niños.
Este año he pensado
mucho en vosotros y ... aquí tenéis mi caja y mis regalos. Espero que os gusten
mucho, podéis jugar con todos ellos, pero cuidarlos con cariño, no dejéis que
se estropee ninguno de mis regalos.
Un beso muy
fuerte de vuestro Padre Dios.”