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El hombre más extraordinario

~~Tiene entre treinta y cuarenta años. Es un obrero robusto, capaz de sufrir noches de vigilia, largas jornadas de camino bajo el Sol. Su presencia y su mirar seducen.Es un artesano que no se paga de palabras sino que quiere actos. No es un intelectual, porque no ha frecuenta­do las escuelas, pero sus conocimientos son profundos y amplios, animados de una viva imaginación: sabe pre­sentar las escenas de la vida cotidiana, los oficios, las fiestas, las estaciones del año... Comprende a las gentes por instinto, porque su sensibilidad, que es viva, abre los corazones a lasnecesidades de los demás.
No vive como los demás. Ha dejado su trabajo profesional para cumplir una misión itinerante. Entonces, ¿de qué vive? De la hospitalidad de los amigos. Aunque es verdad que con un régimen frugal le es suficiente, no desdeña la ocasión de hacer honor a quien le invita. Y esta ruda vida es la que propone a sus compañeros. No está casado pero no rehúye a las mujeres. Las trata cortésmente. Libre de todo lazo se pone a disposición de todos, para servirles, para amarles y hacerles amar. Los que sufren en el alma o en el  cuerpo son los que más atraen su bondad. Es sencillo con todo el mundo, hombre de pueblo y al mismo tiempo un gran señor.
No está vinculado a ninguna clase social, a pesar de sus preferencias hacia los pobres. Guarda una gran independencia con los que solicitan:
familia, amigos, adversarios, autoridades religiosas y civiles, opinión pública. No hace política, no se mezcla en negocios. Cumple su misión con una impresionante autoridad. Tranquilo, seguro de sí mismo, domina y construye su destino. Sabe actuar con paciencia, progresar y adaptar­se. Afronta con lucidez y valentía la incomprensión, la envidia, el odio. Nadie le asusta. Dice la verdad guste o no guste. Le causan horror los hipócritas y los orgullosos. Con toda paciencia corrige los errores de sus amigos. Admira la fe y la generosidad de los humildes, anima la confian­za que le dan sus compañeros, pero sin adularlos nunca. Les confía sus designios, les asocia a su misión.
Su grandeza intriga, pero no aplasta. Su amor libera..Este retrato es rigurosamente histórico.
Este hombre es auténtico. Se llama JESÚS.~~
Maurice Poix